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martes, 25 de marzo de 2014

Stephen Covey: "el aprendizaje es el camino y la meta"

Todo apuntaba a que iba a convertirse en el sucesor del imperio empresarial que administraba su familia. De ahí que se licenciara en Administración y Dirección de Empresas y que cursara un MBA en la Universidad de Harvard.  
 
Sin embargo, tras dar una breve charla en un taller sobre liderazgo, Stephen F. Covey (Salt Lake City, 1932) empezó a escribir su propio destino.

Fiel a su "voz interior", descubrió que su "misión en la vida" era ser profesor. "Quería inspirar a los demás para que escucharan su propia voz, de manera que pudieran alcanzar la plenitud". Así se lo dijo a su padre, quien, tras varias décadas trabajando como empresario, le confesó: "Me alegro por ti, hijo, pues yo no he sabido escuchar mi voz interior y no he encontrado mi vocación haciendo negocios".

Mucho ha llovido desde entonces, pero su sueño sigue siendo una realidad. Influido por las enseñanzas esenciales de Buda, Sócrates, Jesús y Viktor Frankl -del que fue amigo íntimo-, Covey está considerado como uno de los filósofos del management más reconocidos del mundo. Entre otros ensayos es autor del best seller Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva (Paidós). Además de pensador, también es empresario. Covey, que tiene 9 hijos y 50 nietos, es cofundador y vicepresidente de la organización Franklin Covey, especializada en liderazgo y desarrollo de habilidades directivas.
  • ¿De dónde saca tanta energía?
Del sentido que tiene mi vida. Cada mañana me recuerdo a mí mismo por qué estoy aquí y de qué manera puedo ser útil para los demás. Mi energía y mi motivación proceden de mi vocación de servicio hacia una actividad que trasciende mis deseos egoístas. Y en vez de placer y satisfacción, obtengo paz y alegría. Con el tiempo descubres que el éxito no es la base de la felicidad, mientras que la felicidad sí es la base del éxito. Y para lograrla, uno ha de cuidar diariamente su cuerpo, su mente, su corazón y su espíritu.
  • Usted suele hablar de la necesidad de cambiar de paradigma. ¿A qué se refiere?
Paradigma es la forma en la que vemos e interpretamos el mundo y de cómo entendemos el papel que desempeñamos en él. Nuestra actitud y nuestra conducta son resultado de nuestro paradigma. Si aprendemos a alinear nuestro paradigma con nuestra verdadera naturaleza, mejoraremos nuestra forma de pensar y de actuar, obteniendo mejores resultados en la vida.
  • ¿Podría extrapolar esta reflexión al ámbito de la empresa?
Seguimos utilizando el paradigma de la época industrial, donde la máquina era clave y la persona, secundaria y prescindible. Pero las cosas cambian y evolucionan, con lo que ya no sirve el paradigma de entonces. Ahora la clave son las personas, con lo que es necesario que cada trabajador tome conciencia de su enorme potencial interno y que las empresas lo estimulen, lo respeten y lo mantengan.
  • ¿Cómo describiría ese potencial interno?
Son una serie de valores y principios que pueden convertirse en hábitos. Por ejemplo, todos tenemos la capacidad de ser proactivos, creando espacio entre el estímulo y la respuesta para elegir la actitud más conveniente en cada momento. Ese espacio es nuestra conciencia, a partir de la que podemos tomar las decisiones que nos convierten en lo que somos. Nuestra verdadera libertad consiste en elegir entre el papel de víctima y el de protagonista.
  • ¿El líder nace o se hace?
El líder se construye a sí mismo de forma consciente, desarrollando la habilidad de dar respuesta y responsabilizándose de todo lo que experimenta.
  • ¿De dónde surge la motivación para superarse a sí mismo?
De la imagen que quiero tener de mí mismo. Para ello, puedo imaginarme asistiendo a mi funeral. Si muriera mañana, ¿cómo creo que sería recordado por mi familia, mis amigos y mi empresa? Esta visión me lleva a centrarme y comprometerme con ciertos valores, principios y propósitos, que poco a poco me dan fuerza para convertirme en la persona que quiero llegar a ser. Cualquier creación física primeramente es creada con el pensamiento. De ahí que no deba amarrarme a mi historia, sino a mi potencial. El aprendizaje es el camino y la meta.
  • ¿Cuál es la forma más efectiva de relación humana?
Es la que se basa en la ganancia mutua. Ya que sólo cosechamos lo que sembramos, hemos de concebir a todos los grupos de interés de nuestra vida como parte de nosotros mismos. Así como damos, así recibiremos. Si alguien va a salir perjudicado, mejor no dar un paso hacia adelante, pues las consecuencias terminarán por afectarnos. La única estrategia inteligente es aquella que garantiza la sostenibilidad de todas las partes implicadas. Todos somos uno.
  • ¿Y cómo se consigue este grado de cooperación y unidad?
Comprendiendo a los demás en vez de querer que nos comprendan a nosotros primero. Más allá de oír lo que dicen, hemos de aprender a escucharles. Sólo así podemos comprender lo que dicen y hacer que se sientan comprendidos, relajándose, bajando sus defensas y abriéndose a colaborar con nosotros. Servir a los demás es el camino que conduce al éxito.


Fuente: ElPais.com


martes, 18 de marzo de 2014

Tips para innovar desde las empresas

Uno de los principales problemas que tienen las empresas hoy es la necesidad de crearse y recrearse en un área donde los mercados cada vez tienen barreras de ingreso más bajas y los productos cada vez son más comoditizados.
En vistas de adaptarse a las nuevas dinámicas de contexto, las marcas comienzan a tener como objetivos estratégicos la generación de equipos creativos, donde la novedad y el desarrollo sean el motor organizacional.

El gran dilema que se encontra aquí es cómo llegan estos discursos a las estrategias.
  • Claves de la creatividad
Teresa Amabile, profesora de administración para emprendedores en Havard, en su paper "How to kill creativity" publicado en Havard business press, dejaba sentadas las claves para la creatividad en un individuo: motivación intrínseca, conocimiento de campo y metodología creativa.

Esto puede sonar bastante lógico desde el punto de vista de las personas. Por ejemplo, difícilmente alguien pueda diseñar un avión si no tiene experiencia en la industria o el conocimiento técnico de la profesión.

Algo similar se puede observar con el querer. Una persona es creativa en lo que quiere, no solamente en lo que puede.

Amabile refleja que, adicionalmente a estas condiciones, es indispensable para una generación de ideas exitosa el enmarcarse en una metodología.

Ferran Adriá, elegido por la revista Time como una de las 10 personas más innovadoras en 2004 y ganador durante cinco años en el Bulli como el mejor restaurant del mundo, opina algo similar desde el mundo de la cocina.

Según Adriá, se debe ser un apasionado de la cocina (motivación intrínseca) y tener la maestría técnica, pero a eso le debe sumar la metodología creativa, tal como la muestra en sus libros.
  • Aplicarlo a una marca
El punto importante está cuando se transpola esta idea al entramado organizacional.

En otras palabras, ¿cómo se puede utilizar estas enseñanzas que dejan Amabile y Adriá para generar empresas que lleven la creatividad desde su discurso a la acción?

Haciendo un paralelismo con estos modelos se pueden encontrar diversos lineamientos en los cuales una organización debería focalizarse a la hora de pensar estrategias a largo plazo orientadas a formar empresas creativas.

Comenzando con el ítem más intuitivo, se deben armar equipos con las competencias necesarias. Para ello, se debe tratar de personas que cuenten con un correcto cóctel de conocimientos, habilidades y actitudes.

Esto sería la base para la generación de un equipo creativo. Esta condición es necesaria pero no suficiente.

Los equipos deben estar compuestos por individuos con pasión en las actividades y temáticas que queremos desarrollar. No sirve si tienen las competencias pero no cuentan con el combustible interno que genere las ganas de desarrollar los conceptos.
  • Lo que hay que tener
Volviendo a las nociones que nos brinda Amabile: si no se cuenta con la motivación intrínseca para generar, por más competencias que cuente, no lo va a realizar.

Es indispensable para el desarrollo de esto entender que la fuerza es ver la marca como la facilitadora del método creativo, y ser catalizadora de ideas. La empresa debe ser el vehículo para la innovación.

Las firmas creativas piensan en el método, y buscan colaboradores capaces de encontrar la mezcla entre su pasión y sus competencias dentro de cada uno de los proyectos.

Por eso es importante leer la estrategia de la empresa y generar los espacios para la creación de metodologías que se entrecrucen transversalmente en toda la firma.

Fuente:Iprofesional