Translate

lunes, 6 de enero de 2014

10 claves para una gerencia perfecta

A principio del siglo XX, se pensaba que los gerentes, eran pensadores reflexivos, que procesaban información cuidadosa y sistemáticamente antes de tomar una decisión. 

10 claves para una gerencia perfecta
Fue a fines de la década del 60, cuando Henry Mintzberg, realizando un estudio sobre las actividades de gerentes de alto nivel, descubrió que los conceptos que se manejaban desde aquella época, dejaban mucho que desear con las medidas que arrojaba la realidad. 

Mintzberg descubrió que los gerentes se dedicaban a un gran número de actividades muy variadas y que eran de corta duración. Disponían de muy poco tiempo para ejercitar el pensamiento reflexivo, porque estaban sometidos a constantes interrupciones, y la mitad de esas actividades duraban menos de nueve minutos cada una.

Mintzberg, concluyó que los gerentes desempeñan roles diferentes que pueden referirse a tres grandes categorías: roles interpersonales, roles de información y roles de decisión.

Los roles interpersonales tienen que ver con la relación directa con las personas. El autor las dividió en rol de figura destacada, cuando representaba al jefe simbólico de la organización que está para realizar los actos de rutina de carácter jurídico social; el papel de líder, responsable de motivar y conducir a sus subordinados para un eficaz cumplimiento de objetivos; y el papel de enlace, que es aquel que mantiene los contactos entre los agentes internos y externos que poseen información.

En los roles referidos a la información, el gerente realiza el papel de monitor, aquel que busca y recibe información especial para comprender a la organización y a su ambiente en donde se desarrolla; realiza también el papel de divulgador, cuando transmite a sus subordinados las consignas necesarias para realizar las tareas; y se transforma en portavoz cuando transmite información al exterior de la organización sobre planes, políticas, programa, acciones, resultados, etc.

En la toma de decisiones es cuando el gerente asume la mayor cantidad de roles. Se transforma en empresario cuando busca oportunidades y arriesga recursos en proyectos ambiciosos que buscan generar superávit que permita a la organización perdurar en el tiempo; controlador de perturbaciones cuando actúa como garante de relaciones armónicas entre los miembros de la organización; asignador de recursos, cuando es responsable de delegar responsabilidades y autoridad a sus subordinados para una correcta distribución de tareas y actividades administrativas; y por último como negociador cuando representa a la empresa en el proceso de conseguir los mejores resultados a través de la gente y para la gente.

Del que hacer de los administradores es muy importante analizar en conjunto las "reglas de oro" de la buena gerencia:
  • Saber ordenar las prioridades
Mi madre me decía: "pon atención a tu salud, sin ella tu no tienes nada; la familia viene en segundo lugar; los negocios en tercero. Hay que reconocer y tomar conciencia de las dos primeras prioridades para poder atacar la tercera".
  • Jamás delegar lo esencial
Entre los problemas que se presentan hay que atacar personalmente el más difícil. Aquí es donde se reconoce a un líder; tomar las decisiones difíciles en lugar que las tome un subalterno o un comité.
  • Exigir mucho
...de sí mismo y de los otros. No transigir. Cuando un líder empieza a transigir y hacer concesiones, compromete toda la compañía.
  • Actual rápido
Reconocer el valor del tiempo. Es mejor hacer cualquier cosa aceptable ahora que no hacer nada.
  • Informarse bien
Cada vez que se comete un error es porque no se toma el tiempo necesario para conseguir información sobre los hechos. Es cierto que no se pueden conocer todos los hechos antes de decidir, pero el 5% o 10% de información que hace falta, importa poco.
  • Comprometerse
Hay que comprometerse en la acción empresarial, convertirla en un objetivo personal, en lugar de considerar el trabajo como un simple empleo para ganarse un sueldo.
  • No ocuparse sino de lo posible
No perder el tiempo tratando de resolver problemas sin solución. Concentrarse en el campo de lo posible.
  • Saber perder 
Numerosas empresas ponen a sus funcionarios en situaciones donde no se permite ningún error. No se puede innovar sin aceptar de antemano perder ciertas jugadas y ganar otras.
  • Ser justo y decidido 
Es la consecuencia de exigir mucho. No dejar que las emociones interfieran con una decisión necesaria, en materia de personal por ejemplo.
  • Gozar del trabajo
Usted no hará jamás nada si no le gusta hacerlo. A mí me gusta trabajar. Yo llego a la oficina a primera hora; los otros funcionarios lo saben y siguen el ejemplo. Espero que a ellos les guste como a mí.

Fuente: MassNegocios.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario