A
principio del siglo XX, se pensaba que los gerentes, eran pensadores
reflexivos, que procesaban información cuidadosa y sistemáticamente
antes de tomar una decisión.
10 claves para una gerencia perfecta |
Fue a fines de la década del 60, cuando Henry Mintzberg,
realizando un estudio sobre las actividades de gerentes de alto nivel,
descubrió que los conceptos que se manejaban desde aquella época,
dejaban mucho que desear con las medidas que arrojaba la realidad.
Mintzberg descubrió que los gerentes se dedicaban a un gran número de actividades muy variadas y que eran de corta duración.
Disponían de muy poco tiempo para ejercitar el pensamiento reflexivo,
porque estaban sometidos a constantes interrupciones, y la mitad de esas
actividades duraban menos de nueve minutos cada una.
Mintzberg,
concluyó que los gerentes desempeñan roles diferentes que pueden
referirse a tres grandes categorías: roles interpersonales, roles de
información y roles de decisión.
Los roles interpersonales
tienen que ver con la relación directa con las personas. El autor las
dividió en rol de figura destacada, cuando representaba al jefe
simbólico de la organización que está para realizar los actos de rutina
de carácter jurídico social; el papel de líder, responsable de motivar y
conducir a sus subordinados para un eficaz cumplimiento de objetivos; y
el papel de enlace, que es aquel que mantiene los contactos entre los
agentes internos y externos que poseen información.
En los roles referidos a la información, el
gerente realiza el papel de monitor, aquel que busca y recibe
información especial para comprender a la organización y a su ambiente
en donde se desarrolla; realiza también el papel de divulgador,
cuando transmite a sus subordinados las consignas necesarias para
realizar las tareas; y se transforma en portavoz cuando transmite
información al exterior de la organización sobre planes, políticas,
programa, acciones, resultados, etc.
En la toma de decisiones es
cuando el gerente asume la mayor cantidad de roles. Se transforma en
empresario cuando busca oportunidades y arriesga recursos en proyectos
ambiciosos que buscan generar superávit que permita a la organización
perdurar en el tiempo; controlador de perturbaciones cuando actúa como
garante de relaciones armónicas entre los miembros de la organización;
asignador de recursos, cuando es responsable de delegar
responsabilidades y autoridad a sus subordinados para una correcta
distribución de tareas y actividades administrativas; y por último como
negociador cuando representa a la empresa en el proceso de conseguir los
mejores resultados a través de la gente y para la gente.
Del que hacer de los administradores es muy importante analizar en conjunto las "reglas de oro" de la buena gerencia:
- Saber ordenar las prioridades
Mi madre
me decía: "pon atención a tu salud, sin ella tu no tienes nada; la
familia viene en segundo lugar; los negocios en tercero. Hay que
reconocer y tomar conciencia de las dos primeras prioridades para poder
atacar la tercera".
- Jamás delegar lo esencial
Entre los
problemas que se presentan hay que atacar personalmente el más difícil.
Aquí es donde se reconoce a un líder; tomar las decisiones difíciles en
lugar que las tome un subalterno o un comité.
- Exigir mucho
...de sí
mismo y de los otros. No transigir. Cuando un líder empieza a transigir y
hacer concesiones, compromete toda la compañía.
- Actual rápido
Reconocer el valor del tiempo. Es mejor hacer cualquier cosa aceptable ahora que no hacer nada.
- Informarse bien
Cada vez
que se comete un error es porque no se toma el tiempo necesario para
conseguir información sobre los hechos. Es cierto que no se pueden
conocer todos los hechos antes de decidir, pero el 5% o 10% de
información que hace falta, importa poco.
- Comprometerse
Hay que
comprometerse en la acción empresarial, convertirla en un objetivo
personal, en lugar de considerar el trabajo como un simple empleo para
ganarse un sueldo.
- No ocuparse sino de lo posible
No perder el tiempo tratando de resolver problemas sin solución. Concentrarse en el campo de lo posible.
- Saber perder
Numerosas
empresas ponen a sus funcionarios en situaciones donde no se permite
ningún error. No se puede innovar sin aceptar de antemano perder ciertas
jugadas y ganar otras.
- Ser justo y decidido
Es la
consecuencia de exigir mucho. No dejar que las emociones interfieran con
una decisión necesaria, en materia de personal por ejemplo.
- Gozar del trabajo
Usted no
hará jamás nada si no le gusta hacerlo. A mí me gusta trabajar. Yo llego
a la oficina a primera hora; los otros funcionarios lo saben y siguen
el ejemplo. Espero que a ellos les guste como a mí.
Fuente: MassNegocios.com
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