El
principal desafío en cualquier relación, ya sea con tu pareja o con
centenares de empleados, es la comunicación. Los propietarios de las
empresas tienen muy claras las prioridades, objetivos y métricas de su
negocio, pero pueden desdibujarse si los líderes o managers no se comunican de la
manera correcta.
Toda empresa necesita crear ritmos regulares de comunicación
-por día, semana, mes, trimestre y año- para mantener alineados a los
empleados. La mayoría de las empresas ya hacen un muy buen trabajo al
congregar a su equipo gerencial para juntas estratégicas cada mes,
trimestre y año, e incluso semanalmente. Pero se saltan la reunión más
importante de todas: la sesión diaria. Ellos piensan que no tienen
tiempo, porque ya dedican mucho tiempo a otras reuniones.
Pero confíen en mí: una reunión diaria les ahorrará tiempo, siempre y cuando mantengan la sesión muy breve y súper focalizada.
Programa una reunión o teleconferencia de 5-15 minutos a la misma hora
todos los días con tu equipo de liderazgo. Habla sobre lo que se hará en
las próximas 24 horas, establece prioridades, y discute cualquier obstáculo que les estorbe,
para poder eliminarlo. Hacer esto les ahorrará fácilmente a todos en tu
equipo hora y media de emails cruzados entre unos y otros cada día.
También haz que tu equipo actualice los
indicadores clave de rendimiento que son importantes para tu negocio.
Dependiendo de tu giro, eso podría ser ventas contratadas, facturas
cobradas, paquetes entregados, etcétera.
Lo que intentas es evitar pequeños deslices. Una breve reunión diaria te avisará de los problemas que hay que afrontar en un lapso de 24 horas,
por lo que no se harán más grandes. La falta de comunicación es
responsable de cerca de 56% de los proyectos que fracasan, según reveló
un estudio de 2013 del Project Management Institute.
La reunión diaria también te permitirá tomar ventaja de oportunidades inesperadas que te ayudan a avanzar en proyectos clave.
Tal vez un empleado mencionará que tendrá un almuerzo con un cliente, y
otro dirá: "Mientras estás con ellos, ¿puedes preguntarles tal cosa?"
La reunión diaria sirve para identificar la posición de todos durante el día,
pero también permite ahorrar tiempo a la hora de fijar otras reuniones.
Los miembros del equipo saben que pueden interceptarse uno al otro en
su camino de vuelta a sus escritorios, ponerse de acuerdo en algo o
resolver una duda.
Sé disciplinado sobre la forma de
dirigir las reuniones, para que no se prolonguen. Comienza puntualmente y
considera celebrar la reunión de pie para mantener a todos atentos y
enfocados. No dejes que las reuniones se vuelvan un refrito de lo que
ocurrió tres semanas antes.
Los empleados acaso se resistan a la
idea de otra reunión más cuando anuncies esta nueva dinámica, pero no te
rindas. Una vez que vean que esto evita que las juntas semanales se
extiendan a dos o tres horas (y eso signifique llegar a casa más
temprano) acudirán dispuestos y a tiempo.
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