Tal
como sucede cuando se busca trabajo por primera vez, para lograr una
promoción laboral hay que tener una buena dosis de paciencia y de
constancia.
Ésos, sin embargo,
no son los únicos requisitos que facilitan un ascenso. Llegar a esa meta
implica, de inicio, estar preparado para un proceso vital: cambiar.
La persona tiene que plantearse,
por ejemplo, si cuenta con tales competencias o debe incorporarlas; si
está dispuesto a transformar su forma de trabajo actual, y
debe definir la manera de allegarse de nuevos contactos para cumplir el
objetivo, afirma Leticia Pérez, orientadora vocacional por la UNAM.
México es el segundo
país con mayor movilidad, es decir, con un alto porcentaje de personas
que desean un cambio laboral, según datos de la firma internacional de
recursos humanos Randstad. Entre esos giros laborales, podría
señalarse el deseo de alcanzar una jefatura o colocarse en otro puesto
(no todos los cambios en las empresas son ascendentes).
Cual sea la
decisión, cuando se tiene en mente dar ese 'salto' laboral, hay que
dejar algo en claro: los avances para un desarrollo profesional son
personales, no corresponden a la organización, dice José Raúl Guerrero,
director de la consultora especialista en administración de talento,
Korn Ferry México.
"Hay un debate
enorme (en este tema). Una preocupación de las empresas es cómo ayudar a
su talento a crecer". Pero ese indicador no es responsabilidad de la
compañía, ese
tipo de desarrollo corresponde al individuo, quien debe preocuparse por
obtener nuevas habilidades y conocerse muy bien, detalla Guerrero.
¿Qué otros pasos son necesarios
para tener mayor proyección en lo laboral? Buscar la crítica de los
jefes y detectar áreas de oportunidad, forman parte de un listado de
cuatro pasos que ayudan a concretar ese cometido, de acuerdo con el
directivo de Korn Ferry México.
- Ubícate sobre lo que quieres
Muchas veces la
persona no se "auto- conoce de la manera en que se tendrían que conocer,
y es donde viene el gran descarrilamiento de la carrera".
Para lograr un mejor conocimiento de cómo vas en lo profesional y
hacia dónde te puedes mover, un primer paso es vencer los miedos y
preguntar ¿estoy haciendo bien mi labor?, ¿la actitud es la correcta?,
¿puedo crecer en otros puntos? Ese ejercicio se hace de manera
individual, y también consultando a jefes y conocidos.
"Si uno asume que es
perfecto y no tiene áreas de oportunidad se está ante el primer camino
al fracaso y al estancamiento del desarrollo profesional", asegura José
Guerrero. Hay que buscar la retroalimentación continua para
descubrir las cosas que se hace en forma acertada y qué no. A veces "no
nos damos cuenta si somos buenos o malos en determinados sentidos,
asumimos que somos buenos, pero cuando preguntas descubres que quizá
cierta actividad no es tu fuerte".
- Generar la diferenciación.
En opinión del especialista, hay ciertas competencias que resultan vitales para un ejecutivo, una de ellas es learning ability, o habilidad de aprendizaje. Como profesionista, las empresas valoran que siempre estés a la ‘caza' de nuevos temas y no te quedes en el área de confort.
Por ejemplo, si aspiras a una dirección pero no eres hábil en
desarrollar el trabajo en equipo o comunicarte, evita esperar a que un
tercero te recuerde la importancia de entrenarse en esas destrezas; hay
que hacerlo por iniciativa personal.
- ¿Dónde están tus desventajas?
Parte de desarrollar
el auto-conocimiento, implica identificar las áreas que menos te
agradan, y de esa manera saber qué labores quisieras o no desempeñar.
Por ejemplo, un
futuro jefe debe saber "si es bueno o no manejando gente". Si no lo
eres, entonces no te metas mucho en ese aspecto, alguien más te puede
apoyar en el tema, en tanto tú te enfocas en tus fortalezas.
Aquí, la sugerencia es: no
empeñarse en realizar algo que, de entrada, te resulta poco atractivo o
desconoces en su totalidad. Aunque tengas la intención, quizá los
resultados no sean favorables, lo conveniente es explotar las
fortalezas.
- Invierte ‘sabiamente' en tu entrenamiento
"Si tú tuvieras 100
dólares, ¿cómo los utilizarías para el desarrollo de la gente?". Esa es
una pregunta que Korn Ferry de México ha planteado a sus clientes. Lo
que típicamente hacen las organizaciones, de acuerdo con el
entrevistado, es ocupar un 90% en cursos, talleres, capacitación en aula
en general. "Ése es el primer gran paradigma que se tiene que romper,
el mejor entrenamiento es en el trabajo, hay que hacer más tarea ahí".
Para el especialista
no hay una 'receta secreta' en este tema, pero lo conveniente sería que
la persona se capacite siguiendo esta regla: 70% en el trabajo, 30%
mentoreo y 10% en aula. "Si tú sabes que no eres bueno en
finanzas, un curso en ello te va a ayudar, pero si no lo vives, si no lo
estás haciendo, se olvidará".
La mejor manera de desarrollar una
competencia puntual es en el campo laboral, y esto debes considerarlo
al planear tu entrenamiento. Busca, primero, generar nuevas destrezas a
partir de proyectos en la oficina que te exigen aprender algo nuevo, y
eso se puede complementar con una formación académica.
Debes tratar de
formar parte de nuevas ideas en la oficina, y si la empresa no es
proactiva en este ámbito, la opción es recurrir a los cursos externos,
pero siempre buscando que lo aprendido lo lleves al terreno profesional.
Para José Raúl
Guerrero, el deseo de "reinventarse y perder el miedo al cambio" son
características demandables en un profesionista que pretende apuntalar
su trayectoria laboral.
Los empleadores,
añade, quieren para sus puestos estratégicos personas interesadas en
mejorar continuamente, saber acomodarse a las diferentes situaciones,
manejar el conflicto de manera inteligente y que no estén satisfechos
con el status quo. "Hay que retar, trata de romper barreras, reintroducir nuevas tendencias, e incluso, sentirse a gusto con la complejidad".
Fuente: CNNexpansión.com
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